Protocolo de actuación ante heridas
HERIDAS
Por definición una herida es toda perdida en la continuidad de la piel o mucosas, por un traumatismo de cualquier tipo. Ante este tipo de urgencia, lo fundamental será prever y luchar contra el peligro de infección (mediante limpieza), ya que el interior del organismo, al perder la protección de la piel, se pone en contacto con el exterior y por tanto con agentes patógenos. De igual forma, se deberá actuar ante la posible hemorragia mediante hemostasia (cohibir la hemorragia), en caso de existir.
Las heridas cursan con dolor, inflamación, sangrado y perdida de sensibilidad o función en la zona, así como posible destrucción de tejidos.
Pueden ser: abiertas o cerradas, superficiales o profundas, y limpias o contaminadas.
LA GRAVEDAD DE LA HERIDA
Esta gravedad va a depender de: la profundidad, separación de los bordes, extensión, localización, grado de suciedad o contaminación y de si en el interior de la misma haya alojados cuerpos extraños.
La gravedad de la herida es la que va a determinar si el primer interviniente podrá resolver la cura definitivamente o si será necesaria la asistencia final por parte de servicios médicos, distinguiendo entre heridas leves y graves, las primeras subsanables por el auxiliador y las segundas por personal especializado, siendo fundamental si la herida necesita sutura para distinguirlas.
La herida necesitaría sutura, es decir, sería grave, en el caso de que la separación de sus bordes y/o su profundidad sean de al menos medio cm, o si se encuentra en cuero cabelludo o cara; en este caso todas necesitaran sutura, evidentemente exceptuando las raspaduras menores o cortes mínimos que no tengan posibilidad de separación o profundidad.
Los otros dos motivos para considerar una herida como grave serian: la existencia de objetos enclavados, que únicamente retirará el personal médico y, por último, que la herida presente una suciedad que no pueda ser retirada por el auxiliador mediante un lavado a chorro.
PROTOCOLO DE ACTUACION ANTE HERIDAS
Los objetivos fundamentalmente son, por una aparte, luchar contra el peligro de infección mediante limpieza y cura correctas, en heridas leves y, por otra, añadir a lo anterior la correcta conservación de la herida hasta la sutura y supervisión médica, uniendo a ello la intervención sobre la posible hemorragia.
Actuación ante heridas leves:
- Valoración primaria: nivel de conciencia, que debe realizarse siempre ante cualquier accidentado.
- Se expone y valora la lesión.
- Limpieza de la herida (tal cual se explica a continuación).
- Hemostasia: se cohibirá la hemorragia en el caso de que exista.
Después de la cura, siempre se recomendará al paciente cambiar el apósito de cura cada 12 horas y realizar limpieza, o en su caso si fuera necesario cada menos tiempo si se ensucia.
Se tendrá en cuenta si se está vacunado contra el tétanos o el recuerdo es de hace más de 5 a 10 años, y en cualquier caso se recomienda la vacunación.
Ante cualquier anomalía, tales como dolor intenso pulsátil, inflamación, enrojecimiento, elevación local de la temperatura, aparición de supuración o pus, etc. sintomatología toda ella de infección, recomendamos acudir a urgencias.
Actuación ante heridas graves:
- Valoración primaria: nivel de conciencia, que debe realizarse siempre ante cualquier accidentado.
- Se expone y valora la lesión en gravedad. Se avisará o trasladará siempre en caso de que necesite sutura, esto es, independientemente de la extensión, si los bordes tienen una separación de más de medio cm y/o la profundidad es mayor de medio cm. También en caso de extensión mayor de la mitad de la palma de la mano. La sutura debe realizarse antes de las 6 horas, siempre y cuando su conservación sea buena.
- Limpieza de la herida (tal cual se explica a continuación) y optimizar su conservación en buenas condiciones, hasta la posterior intervención.
- Hemostasia: se cohibirá la hemorragia en el caso de que exista.
LA LIMPIEZA DE LA HERIDA
La correcta limpieza de la herida asegura la eliminación de la posible infección, que la cura sea adecuada y, en el caso de heridas graves, que su conservación sea correcta. En ocasiones, la limpieza de la herida conlleva que remita la hemorragia, sin necesidad de un tratamiento especifico para la misma.
El protocolo de limpieza será el la siguiente:
- Limpieza exhaustiva de manos con agua y jabón y utilización de guantes. Sin olvidar el lavado interdigital y del interior de las uñas frotándolas contra la palma de la mano.
- Limpiar la herida con agua y jabón, o suero fisiológico a chorro para arrastrar la suciedad. Para ello, se abre el grifo de agua al máximo y, en caso de utilizar botella de suero de lavado o agua, la presión se conseguirá haciendo un pequeño agujero con tijeras en la parte de abajo. Todo lo que no se desprenda con lavado o cualquier objeto enclavado NO se quitará, ni se raspará o eliminaran coágulos en el interior de una herida abierta.
- Secar la herida con gasa estéril, sin frotar y de los bordes hacia fuera. En caso de separación de bordes, no secar el interior de la herida, ya que esta humedad favorece la conservación hasta la sutura.
- Posteriormente se aplicara antiséptico, povidona yodada, que nunca se echa a chorro sobre la herida ni en su interior (ya que cristaliza), o clorhexidina. La forma correcta es empapando una gasa estéril con el producto y pintando con esta la herida. En caso de existir separación de los bordes, pintar de los bordes hacia fuera, no el interior. Antes de aplicar hay que preguntar si el accidentado padece alergia a estos productos.
- Se cubrirá con tirita o gasa estéril en seco, en caso de no necesitar sutura, con esparadrapo o vendando para fijar, si fuera necesario. En el caso de que necesite sutura, se tapará con gasa empapada en suero o agua, que favorece la conservación de los bordes de la herida y favorece la correcta sutura posterior, aproximando los bordes (de no existir objetos en su interior que no se hayan eliminado con el lavado), pudiendo ayudarse de puntos de aproximación que nunca serán definitivos, solo como sujeción hasta la sutura definitiva, y vendando, para así ser trasladado o quedar a la espera de ayuda.
- Limpieza posterior del auxiliador y gestión correcta de los residuos de la cura, incluidos los guantes desechables.
RECORDAR SIEMPRE:
NUNCA TOSER NI HABLAR SOBRE LAS HERIDAS, NI UTILIZAR ALGODÓN (sus fibras pueden infectar la herida) ALCOHOL (quema los bordes y complica la sutura), YODO, POLVOS ANTISEPTICOS O POMADAS CON ANTIBIOTICO. NO HURGAR DENTRO DE LA HERIDA, NI RETIRAR OBJETOS CLAVADOS (se intentaran inmovilizar), NI RASPAR O LIMPIAR COAGULOS. La utilización de agua oxigenada queda restringida a su capacidad como homeostásico.